En un sótano, un joven y guapo hispano-marroquí es desflorado por un jefe cabila con un enorme bulto.
El tipo sabe cómo dar placer a la virgen. Primero le da su gran polla para que la chupe, mostrándole cómo pulir una gran polla circuncidada y hacer que entre hasta el fondo de su garganta. El joven árabe lo disfruta y parece que ya aprecia la cosa.
Luego le da la vuelta y le prepara humedeciéndole el ano con la lengua. Que le coman el culo por primera vez es mágico y al tío le encanta.
Por fin ha llegado el momento de ponerse manos a la obra, y el semental le penetra lentamente con su vara antes de propinarle embestidas cada vez más rápidas. El joven está tan excitado que se empala en su amigo y se retuerce sobre él.
Sus pelotas golpean contra su culo y, abrumado por el placer, el joven marroquí no puede contenerse más y eyacula.
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