Karim ve a un turista brasileño que sale de la estación de metro del barrio de Marais, en París. Le gusta mucho y se arma de valor para hablar con él. Los dos hombres viriles congenian y deciden ir a casa de Karim para continuar la conversación.
Como sabemos, los latinos tienen la sangre caliente, igual que Karim, nuestro semental magrebí, que no pierde el tiempo antes de besar apasionadamente al viajero en su pasillo. Unos segundos después, se baja los pantalones de chándal para dejar al descubierto su polla aún flácida. »
Grita«¡Déjame duro!» y el brasileño se pone de rodillas para chuparle ansiosamente la polla, que crece rápidamente gracias a sus tórridas caricias con la lengua. Los dos sementales se turnan para chupársela en el pasillo antes de continuar su improvisada sesión de sexo en el dormitorio. Y allí, es Karim quien penetra descaradamente a su nuevo amigo. Le propina potentes embestidas después de comerle el culo para humedecerle el agujero con saliva. Sin condón ni lubricante, ¡se desliza dentro como la mantequilla!
A su vez, Karim accede a que le follen el culo un ratito, hay que decir que el calibre del brasileño es bastante impresionante y nuestro chico árabe sabe que, dado su tamaño, puede hacerle bien.
Para el gran final, Karim vuelve a tomar el mando y ara el agujero del brasileño antes de hacerle un creampie: se corre dentro de su culo, inundándolo y llenándolo con su semilla. Y a su vez, el árabe, como buen anfitrión, se coloca a la altura de la polla del turista para recibir su carga en la boca, lo que provoca una buena eyaculación facial que le unta la barba.
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