El matón parisino concertó una cita con Marc Humper en el baño de un aparcamiento subterráneo a medianoche para vaciarle las pelotas en su culo rollizo.
Marc es un buen putero, siempre dispuesto a entregarse para satisfacer los deseos de sementales como nuestro bien dotado matón negro-árabe.
Entre insultos, escupitajos y bofetadas, nuestro macho dominante demuestra quién manda. Le encanta que le chupen la polla y deja claro que Marc no recibirá su parte hasta que nuestro semental haya sido suficientemente servido.
Y cuando por fin llega la parte sexual, es un festival de folladas salvajes en todas las posturas y desde todos los lados.
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