Este matón con gorra es un puro semental: con un cuerpo atlético y una gran polla que va a destrozar a un joven rubio que no esté acostumbrado al sexo duro.
Quería ganar algo de dinero haciendo una prueba para Citebeur y probablemente no se imaginaba que le sacudirían así en el pasillo de un aparcamiento subterráneo.
Tras una mamada descuidada, el joven rubio se encuentra a cuatro patas, dispuesto a recibir la vara del bien dotado semental. Le folla sin descanso, como si no hubiera follado en meses. A cuatro patas, Léo Hélios se lleva una buena sacudida, y tras aguantarla al principio, parece querer más y encuentra nuevas posturas que le excitan.
