El encuentro entre Lucas Mancinni y Fares es puro fuego, ¡lo más real! Lucas, el guapo de São Paulo, está enganchado a los tipos viriles. Le encanta ese olor de macho alfa, y cuando sabe que Fares lo espera sudado, el juego comienza. Fares no es ningún novato en esto.
El árabe bien dotado acaba de salir del gimnasio, sin camiseta, con pantalones anchos de chándal, la polla hinchándose debajo de la tela, y los calcetines blancos recién sacados de las zapatillas. Sin ducha, porque sabe que a Lucas le encanta ese olor crudo y natural de un verdadero hombre.
Tan pronto como se encuentran en el sótano oscuro, Lucas siente esa explosión de testosterona en sus fosas nasales y se pone en modo sumisión total. Fares, con su mirada penetrante bajo la capucha, le recuerda quién manda aquí. Ha follado a muchas chicas y tíos, pero con Lucas siente que la cosa va más allá. Lucas está listo para devorar esa verga circuncidada y gruesa. Se arrodilla, ansioso por servir, preparado para comerse la polla de Fares.
El árabe bien dotado lo disfruta al máximo. Sabe que este pasivo está listo para todo, para que le revienten el culo en modo hardcore. Lucas está encendido, listo para recibir todo lo que Fares tiene para dar. Y créeme, va a haber mucha salsa. Fares no se anda con pequeñas dosis: él inunda, y Lucas está ahí para recibir hasta la última gota.
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