Chris está prendado de su nuevo vecino, Choppeur. El tipo acaba de mudarse con su mujer al edificio de esta urbanización del norte de París. Tras intercambiar unas palabras, Chris se entera de que es argelino y procede de Marsella. La cumdump está completamente enamorada de su estilo masculino, su cuerpo esbelto y su rostro apuesto.
Cuando una tarde llamó a la puerta de Chris, éste no tenía ni idea de lo que le esperaba… El tipo vino a charlar con Chris y le pidió un café. También le dijo que estaba al corriente de todas las idas y venidas al apartamento de Chris. Ya está, se ha descubierto, ¡hasta su vecino sabe que es un cachondo! Lo más sorprendente es ver cómo el rebeu se saca la polla y le pide a Chris que se la chupe.
Es el tipo de invitación que Chris, en pleno modo zorra, no puede rechazar. Así que se acerca a Choppeur y empieza a lamer la larga y venosa polla de su nuevo vecino. Una polla hermosa, bien veteada y larga que a nuestra preciosa zorra le encanta lamer y chupar profundamente. Mientras le amasa los huevos, se traga la cabeza, pasa la lengua por el tronco.
Choppeur está en éxtasis y disfruta aún más de esta mamada con un cigarrillo en la boca. Los dos tíos están calientes, incluso supercalientes. Y cuando Chris invita a su nuevo amante a unirse a él en el dormitorio, comprende que no es sólo para charlar. Esperaba que le chuparan la polla, pero no pensaba follarse a otro tío. Oh, bueno, o mejor dicho, por suerte para él, está tan caliente y empalmado que esta sodomía improvisada será la forma perfecta de excitarse.
Y efectivamente, no se arrepentirá de este polvo, el culo prieto de Chris es realmente un placer de follar. Especialmente al estilo perrito, cuando arquea la espalda y nuestro rebeu puede follárselo a un ritmo enloquecedor.
Y qué mejor para terminar este caliente plan con el vecino que darle una golosa corrida facial: el tunelador argelino vacía sus pelotas en su dulce cara y boca.
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