Polla grande halal para Yoann

Cuando Yoann viene a los suburbios, suele ser porque quiere que se lo folle un matón rebeu. Recorre las redes gays para encontrar auténticos matones machos, preferiblemente heterosexuales, que le conviertan en su perra. Nuestro zob Halal adicto (y adicto al semen) está de suerte hoy, ya que conoce a un matón marroquí que le hará su puta.

El tipo no tiene ninguna consideración y ya le inflige bofetadas e insultos para que le limpie el zob a su antojo. De rodillas, con los pantalones bajados, Johan ejecuta y hace todo lo posible por chupar y pulir esta gran polla circuncidada en toda su longitud. Se entrega a fondo y lame cada centímetro de la vara, cuidando de chupar el glande para dar buenas sensaciones a su amo árabe.

«Eso te gusta, zorra, adelante, chupa más fuerte«, le grita el domi rebeu, dejando a Yoann sin más remedio que garganta profunda la pieza, aunque casi se ahogue.

El chico de los suburbios ya está harto de que se la chupen, lo que quiere ahora es destrozarle el culo al rubio: lo aprisiona contra la pared y hunde directamente su herramienta en el apretado ano del joven, que siente que se le saltan las lágrimas. Como un bruto, empuja cada vez más rápido. Sus pelotas golpean las nalgas del pasivo, que gime cada vez más fuerte, embriagado por el placer extremo que le proporciona esta gran polla circuncidada de 21 cm al chocar contra su próstata. Solicitado su punto G, el joven está a punto de correrse, pero su amo no se lo permite. Sigue machacando y quiere correrse primero entre sus redondeadas nalgas, engrasando así su agujero con su precioso néctar.

Una vez que se corre, Yoann se deja llevar y alcanza un orgasmo extremo que fue posible gracias a este encuentro organizado por Citebeur.